En una espiración normal se expulsan 0,5 l de aire de los pulmones, y en una aspiración forzada -utilizando los músculos abdominales- salen, además 1,5 l de aire complementario y 1,5 l de aire de reserva. En los pulmones quedan siempre 1,5 l de aire que no se moviliza, el llamado aire residual.
La capacidad pulmonar media de un ser humano adulto es de 5 l, aunque esta cifra puede variar dependiendo de factores como la edad, el sexo y la actividad. Con la práctica de ejercicio la capacidad pulmonar puede aumentar en más de un litro.
OBJETIVO DE LA PRÁCTICA:
Medir nuestra capacidad pulmonar.
MATERIAL:
- Garrafa de plástico de 5 litros.
- Probeta.
- Rotulador para vídrio y plástico.
- Tubo de plástico.
- Cubeta o cubo.
PROCEDIMIENTO:
Con una garrafa de plástico de unos 5 litros de agua mineral, puedes construir un espirómetro, es decir, un aparato para medir el volumen de aire aspirado. Llénala de agua completamente, luego vacía 200 cm3 en una probeta, y señala el nivel del agua en la garrafa mediante un rotulador para vídrio. Repite esta operación hasta vaciar los 5 litros. Ahora vuélvela a llenar de agua, tápala con la mano, inviértela sobre una cubeta llena de agua y retira la mano. Ahora introduce un tubo de plástico flexible (sirven los que venden en las tiendas de acuarios) y sopla todo lo que puedas en una vez. Apunta el resultado. Ahora anota cuánto se vacía en una espiración normal. Limpiando la boquilla cada vez, pueden conocerse los valores de espiración de todos los alumnos.
CONCLUSIONES:
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